El texto que viene a continuación es un pequeño artículo escrito por Sacerdote Jesuita Felipe Berrios, hace aproximadamente 1 año ( 25 de marzo de 2006), en la revista 'El Sabado' del diario 'El Mercurio'; que tiene por proposito instar una reflexión, a través de una interesante analogía, sobre el sinsentido y la crueldad del mechoneo, además de las repercusiones a mediano y largo plazo que contrae en las personas que legitiman irreflexivamente la perversa lógica del mechoneo.
La idea es que posterior a la lectura del texto, reflexiones y nos des tu opinión para que de algún modo podamos conseguir juntos que se elimine dicha actividad - de la escuela de psicología de la UDP-, que es tan cruel y contraria a los derechos fundamentales de cualquier ser humano. Logrando así que la mayor parte de los alumnos de primer año se organizen a través de este medio para echar abajo el mechoneo.
La Ley del Gallinero
La idea es que posterior a la lectura del texto, reflexiones y nos des tu opinión para que de algún modo podamos conseguir juntos que se elimine dicha actividad - de la escuela de psicología de la UDP-, que es tan cruel y contraria a los derechos fundamentales de cualquier ser humano. Logrando así que la mayor parte de los alumnos de primer año se organizen a través de este medio para echar abajo el mechoneo.
La Ley del Gallinero
"Los gallineros caseros están construidos de tal manera que tienen dispuestos unos palos horizontales para que las gallinas duerman. Las primeras gallinas en irse a dormir toman los mejores lugares que se encuentran en el palo superior. Son los mejores puestos, ya que cuando hacen sus necesidades, botan sus excrementos sobre las que se encuentran en los palos inferiores. Por supuesto que las gallinas más perjudicadas son las que llegan últimas a dormir y tienen que conformarse con el palo inferior que recibe todo de todas las gallinas que ocupan los sucesivos palos. De aquí nace la llamada "Ley del gallinero", expresión de todo abuso de poder que la lengua española ha tratado de describir como "prepotencia". Para que este abuso de poder pueda existir y se genere la prepotencia tiene que haber por parte de quien ejerce el abuso y de quien es abusado una aceptación implícita de la "Ley del gallinero". Lo más probable es que el abusador es alguien quien fue en su momento abusado y estando en el palo inferior no se rebeló y contuvo su humillación y su rabia para cuando llegara el día que le tocara dormir en el palo superior. Esta es la lógica que esconde la "Ley del gallinero" y así se explica por qué es aceptada y promovida por quienes la han vivido.
No dejo de tener presente esta denigrante y absurda ley cada comienzo de año, cuando empiezan los humillantes "mechoneos" a los estudiantes que ingresan por primera vez a los estudios superiores. Es tan triste constatar cómo la sociedad en general, y en especial las dirigencias estudiantiles y las autoridades académicas contemplan pasivamente cómo se repiten estos ritos de iniciación verdaderas torturas, en los cuales a estos futuros profesionales se les introduce en la "Ley del gallinero". Lo más probable es que ellos la seguirán aplicando no sólo cuando les toque recibir la próxima generación y estar ellos en el "palo superior". Tampoco dudarán en aplicarla con los más débiles socialmente; es decir, con quienes se encuentran más abajo en la escala social, así serán prepotentes con los obreros, con las empleadas domésticas, con los vendedores, con todos aquellos que consideren socialmente inferiores. Es la psicología del abuso: me someto al abuso a la espera del día en que yo pueda abusar. Cuando me toque abusar lo consideraré como un derecho y trataré de ser más abusador de lo que fueron conmigo, así podré borrar mi culpa en haberme dejado humillar. Es la única manera de explicarme que algún ser humano, más aún si un joven que está comenzando su carrera y al que la vida le sonríe, sea capaz de gozar con la humillación y la denigración de otro ser humano. No es divertido esto ni es aceptable. No sólo debemos combatirlo con todo el rigor, sino que debemos explicarles a los jóvenes lo que esta estupidez llamada "mechoneo" encierra. Debemos explicarles a los estudiantes el juego perverso que esta conducta contiene y que lo más probable es que ella permanezca latente en el subconsciente para despertar y hacerse patente cuando se encuentren en cualquier posición de poder. No sé qué fue primero, si los abusos de poder los que crearon el "mechoneo" como la puerta de entrada a un sistema injusto o fue el "mechoneo" el que introdujo al estudiante en un sistema de ser abusado y luego abusar que se proyectará en su vida profesional. Todo joven debe estar consciente de que si acepta el abuso y abusa, como quien acepta ser abusado, se hacen cómplice de un sistema que no sólo conjugará en cada instancia la palabra prepotencia, sino que también es uno de los mayores responsables de la injusticia existente en nuestra sociedad."
No dejo de tener presente esta denigrante y absurda ley cada comienzo de año, cuando empiezan los humillantes "mechoneos" a los estudiantes que ingresan por primera vez a los estudios superiores. Es tan triste constatar cómo la sociedad en general, y en especial las dirigencias estudiantiles y las autoridades académicas contemplan pasivamente cómo se repiten estos ritos de iniciación verdaderas torturas, en los cuales a estos futuros profesionales se les introduce en la "Ley del gallinero". Lo más probable es que ellos la seguirán aplicando no sólo cuando les toque recibir la próxima generación y estar ellos en el "palo superior". Tampoco dudarán en aplicarla con los más débiles socialmente; es decir, con quienes se encuentran más abajo en la escala social, así serán prepotentes con los obreros, con las empleadas domésticas, con los vendedores, con todos aquellos que consideren socialmente inferiores. Es la psicología del abuso: me someto al abuso a la espera del día en que yo pueda abusar. Cuando me toque abusar lo consideraré como un derecho y trataré de ser más abusador de lo que fueron conmigo, así podré borrar mi culpa en haberme dejado humillar. Es la única manera de explicarme que algún ser humano, más aún si un joven que está comenzando su carrera y al que la vida le sonríe, sea capaz de gozar con la humillación y la denigración de otro ser humano. No es divertido esto ni es aceptable. No sólo debemos combatirlo con todo el rigor, sino que debemos explicarles a los jóvenes lo que esta estupidez llamada "mechoneo" encierra. Debemos explicarles a los estudiantes el juego perverso que esta conducta contiene y que lo más probable es que ella permanezca latente en el subconsciente para despertar y hacerse patente cuando se encuentren en cualquier posición de poder. No sé qué fue primero, si los abusos de poder los que crearon el "mechoneo" como la puerta de entrada a un sistema injusto o fue el "mechoneo" el que introdujo al estudiante en un sistema de ser abusado y luego abusar que se proyectará en su vida profesional. Todo joven debe estar consciente de que si acepta el abuso y abusa, como quien acepta ser abusado, se hacen cómplice de un sistema que no sólo conjugará en cada instancia la palabra prepotencia, sino que también es uno de los mayores responsables de la injusticia existente en nuestra sociedad."
Recuerda que toda opinión cuenta.
P.D: El video que viene a continuación, el cual recién encontramos (22 de marzo de 2007), es una selección de imagenes del mechoneo 2005-2006 que se realizó en la escuela de periodismo de la Universidad Diego Portales. Se logra en su totalidad lo que dice Felipe Berrios en su artículo. Juzguen por ustedes mismos.